lunes, 10 de marzo de 2008

Jade

Supe de minutos robados a la cotidiana y destructiva impronta del día. Tiempo acurrucado entre deseos que dolían por nacer, para redimirse suavemente al arrullo de su voz. Te sentí como un mar que reflota la vida de tanta sal... y morí de tristeza cuando el verde en tu mirar llovió su jade del destino.

domingo, 2 de marzo de 2008

Foto

El telón de lluvia pareció más pesado esa vez y por horas el reclamo de las chicharras, confundía más al sol que salpicaba torpemente el lomo de los cúmulus sin poder atravesarlos. El retorno será más que húmedo, pensó con cara de maldecir. Fútil fumar sin paraguas y mirando con cierta envidia las descaradas chimeneas, se entregó al abismo infinito de su ruta... caminó las cinco cuadras de siempre y llave en mano, arribó a su morada empapada, malhumorada, perfecta. El flash de la vieja Zenit la cegó y sorprendida por el instante comprendió, la necesidad de eternidad de ese momento de lluvia y blusa traslúcida...