jueves, 28 de febrero de 2008

Mínimo

Como tantas otras veces, perdí la conciencia. Fue tan veloz que mis párpados no llegaron a cerrarse. La sorpresa invadió mis fronteras que yacían débiles por la batalla anterior y cada intento de resistencia parecía una simple brisa hacia la nada. Sucumbí, doblegó mi deseo de victoria devorando todo cuanto encontró a su paso y vi sus ojos, vidriosos, intensos, sedientos, provistos de la expresión mágica del tiempo, hundidos en los mios con la seguridad de mi estandarte entre sus manos y haciéndome sentir mínimo...invadido por la calma y feliz.

2 comentarios:

Xi dijo...

Vaya modo de narrarlo, eh?

Para silente, es bastante elocuente.

Abrazos cronopios, sin palabras accesorias...

silente dijo...

Crono :gracias por detener tu mirada por aquí.

Más abrazos silenciosos. :=)